(te odio)

Luis Edgar Olmos Nieves

No vive de ella.

Vive para ella.

(Corrección; Vivía para ella)

Si él fastidió un momento
[...]
ella arruinó una vida.

(Un Pintor no puede tener vida personal)

(La pintura, dura una vida)

La pintura decrece y al mundo le importa un pito...

el mundo me importa un pito.

"Las fuerzas contribuyen a tener experiencias coherentes que podemos analizar frecuentemente"

"La fuerza se manifiesta como interacción, es decir, notamos su trascendencia sólo en campos perceptibles"

Atentado

Esa puerta ―por la cual entró el infame error y la más temerosa farsa a mi vida― yace aún abierta; por ahí puede colarse una gran verdad.

Sin Título

A veces figura en mi soledad. En retrospectiva; hubiere preferido amarla aun más para recordarla sincera [...] y caminar descalzo.

No, mejor, solo caminar descalzo.

A. :

Eres la persona,

sentimiento disipado

y tiempo y velo, sosiego.

.

Eres el tiempo

del ahora no, del ayer

tampoco.

.

Eres hoy

pero no el hoy esporádico

.

volátil e impreciso.

.

Un hoy palpable y enternecedor

frágil edificación, rojo atardecer

dramatismo rejuvenecedor.

.

Tú,

la distancia del horizonte anhelado,

afluente impresionista, periferia agónica.

.

____________________

Trazo agónico, río trágico.

____________________

.

Yo,

Constante fluir

apegado al filo existencial.

.

.

Eres filo, pulso.

.

Filo que contempla el inocuo riachuelo fluir

pulso en perpetua despedida

eterna agonía.

.

L.e. A A V.

Hablé

El episodio perdido que a continuación encuentro y desprendo, prorrumpió con colapso de indecisión, gasto de aroma e inicios reprochables. Se extendió con un hipócrita toque erótico asqueroso, borroso esbozo, vacío en su visión cual piedra de negación negada, quimera cómodamente vista en la visión para ver lo irreal.

Respirar tu nombre y utilizarlo a placer, habitar tu desnudez y mirarte fluir… Sosiego.

¡A la mierda tus ojos, la distancia, y tu puta necedad, tu seno, tu vientre, tu sexo, tu falso amor siempre condicionado; quién lo trabajara y trabajará!

En ese espacio-vacío estúpidamente largo —por convicción y vanidad— aprendí que la mierda que cagas siempre habla de ti.