lunes, 31 de agosto de 2009

¿Amor Real?


En las madrugadas de tantos ayeres, en colmada reflexión de mi vida, flanqueado de libros que intentan manipular el sentido de la razón, una trama interminable donde encuentras lo mismo a diario, un sin número de bosquejos que se pierden en el cementerio de ideas, justo en medio de esta frustración y soledad recorro con mi vista el diminuto entorno, me detengo un poco cuando veo la silueta más hermosa en ningún tiempo antes vislumbrada, curvas hermosamente estilizadas llegando con el detalle a la perfección, sé que no me mira y no es mi intención (debería estar loco), pero yo te miro directamente, tus caderas anchas siendo estas las mas estilizadas que jamás haya visto, tu hermoso y elegante cuello proponen erotismo en cada centímetro de tan formidable recorrido.

Es entonces cuando desmorono ante la noticia que una vez más, una vez más estoy enamorado, pese a todo esta vez no saldré lastimado me abrazo de tu cadera, recorro cada centímetro de tu cuello, acaricio ese extenso inhumano y variado cabello que ha enloquecido a mas de un genio, si tu voz desafina, tras un ajuste mínimo regresa a la normalidad, las noches a tu lado… diablos… ¡el amor por fin tiene un significado!

He conocido la frustración, verdadero trabajo en equipo cosechando éxito en cada canción para nosotros.

Tu voz me lleva a reconocer el sonido a tranquilidad, sabor a placer en esas dulces melodías que ambos provocamos, eres el medio indicado para llegar a lo irreal, lo irracional, eres el puente hacia. Una vida nos espera y no te llevaré más allá de ella, sin embargo en este mundo de mierda seguiremos juntos, me acompañaras a llevar mi filosofía, aunque suene un solo instante pero que retumbe en las paredes del interminable tiempo, eres lo que siempre esperé, eres mi sueño, eres mi amor.

Solo así me queda decir que te amo, mi hermosa Stratocaster.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Rancios

Maldita asquerosidad de manzana, colores pardos dando matices de algo moribundo, guían el prejuicio a niveles formidables, mas allá del camino que nuestra realidad ha palpado al paso de nuestros recuerdos. La rechazamos

Se abre el cajón y una vez mas las reminiscencias surgen, se generan, brillan e indican. Dan la nueva que no quieres hacerlo, sin embargo el sentido común te lleva de la mano, del cuello y cualquier parte de ti dominada por el pensamiento.

Artistas capaces de trazar y esculpir situaciones que nadie entiende incluyéndote a ti, aquí es donde entras con todos estos dotes que instauran razones irrazonables, te compadeces de tan nutritivo fruto.

Lo querías, lo deseabas y pensaste en la realidad que no es, pero fue, valorado por su historia en un estante, misma que finalizará próximamente, lo sabes, pues lo conoces, con actitud concluyente lo defines como el final de una canción escuchada las mil veces formalmente intuyes cada parte de tan variable sonoridad distingues cada instrumento encargado de llenar tu memoria de ese sentimiento, que solo en la música atinamos como catalizador de emociones.

Realmente a escasos nos sirve de poco conocer el relato de la manzana, demasiadas son y por una vieja, putrefacta no se detendrá el continuo correr, huir para ganarle al tiempo, sin dar cuenta que le llevamos a la par. Millares abundan, las mas hermosas y coloridas son las primeras en lograr su objetivo (trazado por el compulsivo yo), ser devoradas, masticadas y defecadas ¡mierda! ahora es simplemente mierda. Otras arrojadas como un dardo al infinito encontrando así sombras de su muerte por doquier, mas millares de ellas (hermosas) sufren deformaciones con el constante ritmo de la intranquilidad dejando así secuelas de golpes los cuales llevan como función lograr un desperfecto menos disimulado condenando así a una vida de tragedia que nos conlleva a un mundo colorido de interminables e insaciables críticas, críticas que le recuerdan que en esta vida existen situaciones mas allá de su belleza, su carisma por la imagen que vende allegada a la crueldad que en sus bolsillos cargan el olvido dulce y característico sabor, el día donde su historia cambió pasando del árbol mismo del que fue arrancado con la delicadeza que carga la palabra de desamor que pregona con su voz relajante te ama, elevándote desde la belleza de los sincero a lo maravilloso del mundo convencional de escenarios nunca cambiantes y grises.

La putrefacción en espera, observa como pasan las demás a su lado, sin embargo no siente pena de ella misma, recuerda con emoción cada capítulo en su breve estancia, recordando que tuvo hermosura y consigo un poco de poder. Mismo que transformó experiencias en tragos amargos llenos de arrepentimientos, emocionada cuenta su rol a los oídos mas sordos, voces que fluyen en torno a las perfectas y apetecibles siluetas. ¡Maldita sea! quien diablos necesita a la putrefacción en estos tiempo, Aquel interminable y bien conocido ser llamado YO, no lo necesita, pues basta con tener un YO.

YO (yo), con todo su brillo termina su ciclo, pero de tantas maneras en que se puede culminar un ciclo, YO lo termina en como deberías ser ante los demás YO.

EL, ELLA (putrefacción) decide como terminar su ciclo, llegando al final de su tiempo, YO, EL, ELLA, terminan en el mismo destino y bajo las mismas leyes de la vida, que son el principio y el final. YO, EL, ELLA, después de un largo instante llamado vida comprenden, aceptan y experimentan la igualdad.

Así, aquella historia que la vida se encargo de construir, donde el brillo de los ojos fue tanto que acabo creando manchas blancas en sus pupilas, recuerdos tan infinitos como su hermosura aun en tiempos de putrefacción, dicha manzana es la viva imagen del éxito al cual se debe aspirar en la vida, éxito el cual consiste en seguir vivo, puesto que el fenómeno mas grande del todo es la vida, siendo esta nuestra única posesión cuidemos de ella. Valoremos a todas las personas que la han extendido hasta tener el único conocimiento que de verdad importa, el conocimiento del como vivir, mismo que brinda el poder de aconsejar, de realizar lo correcto en base a vivencias, experiencias que trajeron consigo errores, errores de los cuales aprendieron y en su intento por facilitarnos la vida son juzgados, apartados, y callados.

Dedicado a los rancios ancianos