jueves, 31 de diciembre de 2009

2009 es...


…la culminación de un ciclo que celebro con singular júbilo y un poco de melancolía, finalizo un año que en lo profundo me dejó más de lo que esperaba, bastos aprendizajes y realidades olvidadas ya sea por el estado “Beta” que marca la rutina, la peligrosa euforia o simple ignorancia. Hoy (31 de diciembre de 2009) el planeta liquida su trayectoria y empieza del paraje que recién dejó a sus espaldas, renace en sí mismo una faceta del tiempo, esa misteriosa como finita dimensión de fronteras supuestas.

2009 es el muro que anhelantemente esperé abatir, pues comprendí a la decepción, el olvido, desolación y dolor, factores que constantemente obligan a flaquear, sentimientos y sensaciones “negativas” que me sometí y me superpuse. La miserable condición de la vida humana nos brinda estas “oportunidades” (desdichas) como destellos para instruirse, florecer, recapacitar y proceder. Definiré al 2009 como un año innovador, nutrido de viajes inolvidables, experiencias irrepetibles donde llegaron personas para quedarse, otras más viajaron sin mirar atrás, así mismo les otorgué a otros apócrifos individuos boletos en primera clase con destino a la mierda.

Como lo he sugerido con anterioridad la vida es escena, por la cual actores fluyen a través de ella, como seres íntegros-responsables-inteligentes sería un acto vil, colmado de egoísmo pretender secuestrar a los aludidos actores forzándolos a una esclavitud de nuestra libertad, afán y jactancia.

Han pasado veintiún años, veintiún ciclos que se renuevan, dejando innumerables acciones atrás y hoy cargo amplio espectro de recuerdos, cada uno con lugares y personas que han partido, con lugares y personas que han permanecido, con lugares y personas que han retornado, entre todos estos lugares y personas, insuficiente sabiduría he compilado, pero si algo puedo comunicar con mi familia y amigos es lo siguiente:

Piensa todo lo que se dices y da valor al verdadero significado de las cosas. Sueña más y vive conscientemente. Expón el alma para no envejecer pues el olvido es la muerte más triste. Recuerda que lo importante en sí no es el fin, es el camino. Mantén los ojos nivelados a la mirada del que escuchas. Di y haz, hoy es el último día de tu vida y así debes vivirlo, aprémiate con tiempo necesario para vivir, convivir, brindar una sonrisa y un abrazo, nadie es recordado por lo que calla o guarda.

Este año que finaliza gratifico primordialmente a mi familia y amigos bajo cualquier etiqueta, próximos, distantes, cibernéticos y fallecidos. Doy crédito (en menor porción) a una persona hermética e inmadura, en constante convulsión y en evolución que durante el 2009 estúpidamente dio pie al término un sublime noviazgo, que duró aproximadamente un año seis meses nueve días con diecinueve horas con cuarenta y un minutos, dicha persona fue capaz de erigir, hacer y demoler el amor profundamente, despertó una serie de emociones los cuales había sido incapaz de sentir a tal nivel -Todo Fluye- el rompimiento selló un antes y después, una connotación en el modo de percibir y sentir la realidad, la ruptura el acto que brinda equilibrio y camino a una renovación personal, doy consideración a esa persona confundida incapaz de diferenciar entre luz y sombra con el argumento que ambos ciegan, reconozco honor a quien honor merece, así que sin más divagación basta con decir que me doy crédito a mí Luis Edgar Olmos Nieves, por concluir de manera exitosa y feliz este 2009, rodeado de personas que amo, ejecutando plenamente mi modo de pensar y proceder.

1 comentario:

Unknown dijo...

cada que veo un "caballo" negro recuerdo la historia que alguna vez platicamos. lo que me parece absurdo es que por una tarea estúpida tenga la dicha de volver a recordar grandes anécdotas.