domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Todo Pasa Por Algo? (Remasterizado).

Excelente analgésico "Todo pasa por Algo", dicha frase erradica un dolor sin dejar un mal sabor en nuestros labios, tampoco incita a la mente a nuevas explicaciones, solo conclusiones, es absoluta, bárbara, perfecta, indefinida y vacía, pues como ya es usual se prefiere cortar el nudo a tratar de despojarle de su forma lidiando con él, omitiendo regresar la cuerda en a un estado confortablemente lineal.

“Todo pasa por algo” es recordar y guardar un escaso rencor, rencor encargado de justificar nuestras acciones presentes como futuras inmediatas, es dar la espala a situaciones maravillosas e importantes que marcan un punto de partida en nuestra vida quitándole cualquier índole de protagonismo e improvisación. Dicho de otro modo, Todo está dicho.

Absoluta: “Todo…” Señala el hecho a modo generalizado, recuerda lo patético del fascismo, no evita, no excluye, abraca un universo, una realidad y sus fronteras se entregan al obscuro y profundo pasaje que engendra y alberca a cada ideal.

Perfecta: “… Pasa…” es un constante pretérito falso pues engloba a un factor definitivo sin dar oportunidad al interlocutor de retar o contraponer esta palabra, evita colocar en tela de juicio su significado, el emisor ignora que hay detrás de ello, pasa por alto el sentimiento del oyente y cierra su mente a una palabra dicha sin antes ser procesada o meditada, da una fuerte denotación a la realidad ya que ignora el por qué la dice, pero, la dice.

Indefinida y Vacía: “… Por…” funge como unión, porque así debe ser, suena bien y es fácil mencionarla, ata el perfeccionismo con el camino misterioso que está por delante. “…Algo…” no da respuesta, lejos de ser benéfica la palabra “algo” demerita cada significado afectando en la estructura y finalidad de la frase, aparca en medio de una tormenta, no en el supuesto muelle al que se aspira. De la frase en general la palabra que mas daña es “algo” actúa como llaga, abierta, profunda e infectada, es el espacio oportuno para colocar lo que ocurra después dé, la posdata ignorada, la llamada no contestada, el grito ahogado en un vacío carente de medios para propagarse, un mundo de situaciones y hecho no realizados.

Como individuos debemos aceptar la incapacidad de estar por encima de las situaciones, ser incapaces de influir en oídos ajenos, a modo de ser dueños solo de la información entrante y por favor, eviten llevarme a un estado renacentista falso, eviten decirme o aconsejarme de buana manera “todo pasa por algo” pues me recuerdan que la vida y el falso destino dictan lo inevitable predisponiéndome a solo esperar lo que una indefinición pretende decir, eviten que trate de llevar mi vida por medio de consejos tontos al espacio de lo eternamente establecido.

Gracias.

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